1. No debes llevar la camiseta de una carrera que no hayas corrido.
2. No te pongas ninguna camiseta que haga referencia a una distancia menor a la que vayas a correr por dos razones: no mola, pero nada de nada; y demuestra que eres novato. Sí puedes llevar la camiseta de tu antiguo deporte, siempre que sea duro y exigente; alguno puede pensar que combinas ambos.
3. Nunca lleves la camiseta de la carrera en la que vas a correr. Llevas tatuado NOVATO en la frente. Que se vea que has hecho otras, y si no las has hecho, no lo anuncies a los cuatro vientos, hombre.
4. Sólo tus acompañantes pueden llevar la camiseta de la carrera dado que se lo curran mucho siguiéndote de un lado a otro, avituallándote, soportando tus molestias y malos humos en los entrenamientos y haciéndoles madrugar el ‘Día D’.
5. Si ya has estado en esa carrera, lleva la camiseta más antigua en la que acabaste. Demuestra que eres veterano, serás una referencia para los novatos y te demostrarán respeto. Si abandonas, la gente creerá que has tenido un mal día dado que ya la acabaste en su momento como bien reza tu camiseta.
6. Nunca, nunca, nunca lleves una camiseta de una carrera que no has acabado. Más grave aún si pone ‘Finisher’ o ‘Superviviente’. Jamás lo hagas. Sacrilegio. Si alguien se entera, inmediatamente le debe retirar la palabra, hacérselo saber a los demás atletas que pasen por allí y acudir al puesto de internet más cercano para postearlo convenientemente en todos los foros del país y así desenmascarar a los “tramposos”.
7. Los voluntarios sí pueden llevar la camiseta de la prueba en la que están ayudando porque trabajan de lo lindo y generalmente no les damos ni las gracias, cegados por nuestra súpercompetitividad para acabar el 4213º.
8. No compres camisetas a otra gente de recuerdo: quien la quiera, que se inscriba, entrene como un gilipollas y se la gane. Chantajes emocionales con novias deben ser repelidos con argumentos soeces si es preciso, ya habrá momento de comprar otros regalos para hacer las paces, pero no hagas el gañán regalándole una camiseta que no puede llevar, por muy “mona” que sea. Hazte fuerte.
9. Si has corrido una carrera hace poco, lleva la camiseta el día antes de la prueba, para recoger el dorsal o en el briefing. La gente lo aprecia y mira con respeto si saben que una semana antes te has metido 100km o una dura maratón de montaña. Pocos pensarán que estarás cansado por ello, al contrario, dirán, “¡joder, qué maquina, dos carreras seguidas, otro que me gana!”.
10. Lleva la camiseta limpia, pero tampoco vayas hecho un pincel, que hablamos de correr, no de ligar. Hay que ganarse el respeto de la concurrencia, con lo que algún resto de sangre será convenientemente apreciado; arrugas, alguna mancha de barro, etc. también cumplen su fin.
11. No lleves una camiseta que te haga desmerecer: evita las del tipo ‘Torneo de Paddle Urbanización El Balcón de La Moraleja’. Qué coño es eso. La organización no debería ni dejarte salir.
12. Las camisetas son para vacilar en el ambiente ultramaratoniano. No las lleves de terracitas veraniegas ni para hacer la compra, te tacharán de descerebrado, o aún peor, de imbécil, quizá te intenten cobrar de más… y lo malo es que posiblemente lo consigan.
13. Si llegado a este punto aún crees que puedes llevar la camiseta de una carrera que no has corrido, para ti está reservado un espacio en el Infierno junto a abogados, promotores inmobiliarios y agentes de la zona azul.
14. Hijos y nietos pueden llevar esa camiseta; la gente que lo vea lógicamente (…digo yo) pensará que el/la chaval/a no ha podido correrla, con lo que se sabrá rápidamente quién lo ha hecho: su orgulloso padre/abuelo. Incluso, por inferencia, ¡pueden suponer que aún te quedan fuerzas para hacer hijos tras correr ultramaratones! Doble efecto.
15. Los organizadores deberían evitar esas camisetas que tienen casi tantos patrocinadores como participantes, no queda bien, es realmente cutre, que pongan sólo los principales; si tienes una de ellas y no quieres usarla para limpiar la cadena de la bici –fin último de toda camiseta-, simplemente guárdala en el cajón de las camisetas, pero no la utilices, no caigas en esa trampa de la cutrez y la falta de gusto.
16. No te pongas una camiseta si luce patrocinadores con los que no estás de acuerdo. Empresas de telefonía, bancos, petroleras… y no acabaríamos. Niégate a utilizarla.
17. Abandonar es abandonar. No le des más vueltas, ya habrá otras camisetas que merezcas lucir, pero esa no. Si aún no has relacionado ‘abandono’ con camiseta de ‘superviviente’ a estas alturas del tema, primero, eres un poco lelo, y segundo, consulta a un atleta de verdad.
Artículo original: Proper T-Shirt Etiquette
Traducción y adaptación: Sergio Fernández