Qué es y cómo prevenir el síndrome piriforme

Qué es y cómo prevenir el síndrome piriforme

El Síndrome del piriforme, también conocido como síndrome piramidal o pseudociática, es una enfermedad neuromuscular caracterizada por un dolor y hormigueo en los glúteos y en la parte trasera de la pierna. Se trata de un conjunto de síntomas y signos que incluso se puede irradiar hasta el dedo gordo del pie, que muchas veces se confunde con la ciática. Un problema que sufren algunos corredores, algo menos común que la típica fascitis o banda iliotibial. Tiene lugar debido a la compresión del nervio ciático por parte del músculo piriforme que provoca bastante dolor y que generalmente, afecta más a las mujeres que a los hombres.

Que es el piriforme

El músculo piriforme, o piramidal, es un pequeño músculo que se origina en la parte anterior de los agujeros sacros y pasa por detrás del plexo sacro hasta el agujero ciático mayor, bordeando por el glúteo medio y el gémino superior. Vaya, que se encuentra en la parte profunda de las nalgas. Por su posición, tiene una estrecha relación con el nervio ciático, que pasa por la parte inferior de la columna vertebral hasta la parte trasera de la pierna hasta el pie. La principal función del piriforme es la rotación externa de la cadera, pero el músculo participa en casi todos los movimientos que se hacen a partir de la parte inferior del cuerpo, desde caminar hasta cambiar el peso de un pie al otro y estabilizar la pelvis.

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Síntomas del síndrome

Los síntomas del síndrome del piriforme son muy parecidos con los de la ciática, es decir dolor, quemazón o adormecimiento en el glúteo, en las partes lateral y posterior del muslo y que puede llegar a la cara posterior de la pierna, extendiéndose hasta el dedo gordo del pie.

El dolor suele agravarse al quedarse sentado por mucho tiempo, al subir escaleras o levantarse después de un periodo de reposo. Puede incluso tornarse una molestia incapacitante para algunas actividades del día a día. En general afecta solamente un lado de la parte inferior del cuerpo, pero también puede pasar en ambos lados al mismo tiempo.

Causas

Al revés de lo que suele parecer, esta no es una patología del nervio ciático sino del músculo piriforme. La principal causa de esta lesión es un exceso de tensión en el músculo que puede presionar e inflamar el nervio, provocando el mal estar.

Entre los motivos que llevan a este exceso de tensión están:

- No estirar o estirar mal después de los ejercicios

- Trauma en la región de las nalgas

- Mala postura

- Quedarse sentado por largos periodos (por la presión que ejerce la silla y la acortación muscular)

- Hipertrofia de los glúteos

- Entrenamientos frecuentes en subidas y bajadas o en terrenos irregulares

¿Tienes el síndrome del piramidal? Según un estudio, si cumples dos o las tres condiciones siguientes tienes muchas papeletas para tener este problema:

  1. Hipersensibilidad a la palpación en la inserción del nervio ciático con el piriforme
  2. Dolor en la inserción entre el músculo y el nervio realizando el test FAIR
  3. Signo de Lasegue, diferencia superior a 15º entre en nervio sintomático inferior y el no sintomático al elevar 65º

Tratamiento y prevención

Una vez empieces a sufrir los primeros síntomas del síndrome lo ideal es que pares y hagas un poco de reposo permitiendo así, la regeneración del nervio ciático, ya que esta es lenta y tardará más se si insiste en correr mismo teniendo molestias. Puede ser que te recomiende tu médico o tu fisio de confianza que tomes analgésicos y anestésicos, así como sesiones de fisioterapia, con ejercicios de estiramiento de la región pélvica y de reequilibrio muscular.  En casos extremos, se recomienda pasar por el cirujano.

Aunque sea una lesión muy típica en corredores, es algo que se puede evitar con un correcto entreno, estiramientos y realizando lo siguiente:

  • Fortalecer los músculos del abdomen y resto del core que ayudará a mejorar tu equilibrio. La práctica de yoga o pilates, por ejemplo, te pueden ayudar.
  • Evitar pasar mucho rato sentado y, al sentarse, utilizar postura correcta, sin curvarse
  • Practicar ejercicio de manera regular
  • Evitar entrenamientos de larga duración en subida
  • Calentar antes de realizar cualquier ejercicio

Te aconsejamos mirar los ejercicios de activación en el siguiente artículopara evitar este tipo de molestia así como estirar correctamente el músculo piramidal. Asimismo, recuerda que un buen core reducirá la posibilidad de tener lesiones, si no sabes bien que ejercicios realizar, pregunta a tu entrenador o busca ayuda externa.

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