Ragna Debats es una de las mejores corredoras de trail del mundo. Nació en Países Bajos y desde muy joven entró en contacto con el deporte de alto rendimiento a través de la equitación. Un viaje de estudios a España la llevó a encontrar su pasión por el running.
Su adaptación a las carreras de montaña fue inmediata, al poco tiempo de comenzar ya estaba ganando eventos regionales. En 2018 se consagró Campeona del Mundo de Trail en los Campeonatos organizados por la IAU en Castellón. Desde entonces ha encadenado una victoria detrás de otra en eventos tan importantes como el Marathon des Sables, Transvulcania o Transgrancanaria. A sus 42 años de edad, sigue corriendo a un altísimo nivel y recorriendo el mundo junto a su pareja y su hija. En esta entrevista nos cuenta todas sus motivaciones, experiencias y planes a futuro.
Eras domadora de caballos... ¿Por qué saliste del mundo de la hípica?
Fueron varias cosas. Yo crecí con la equitación y cuando acabé el colegio decidí seguir mi corazón que me decía que quería dedicarme al adiestramiento de caballos. Era ambiciosa y quería llegar a los Juegos Olímpicos. Cuando me adentré en ese mundo descubrí que no funcionaba así. Que mi trabajo sería solo adiestrar a los caballos para otras personas, y que ellos los presentarían en los Juegos. Esto para mí fue una decepción porque yo antes admiraba a los jinetes, pero descubrí que muchos de ellos no son realmente los que entrenan a los caballos. Hay excepciones. Pero muchos de ellos son simplemente representantes. Esto fue un gran impacto para mí.
¿Te enganchaste al running en España?
Sí. De hecho, después de abandonar mi sueño en la equitación, me fui a estudiar a Inglaterra, porque tengo una familia muy intelectual. Todos mis hermanos habían estudiado en una universidad y yo también quería hacer estudios. Entonces hice un Erasmus para viajar a España. Estudié un año en Valencia y me gustó mucho la cultura. Estaba muy a gusto y pensaba que era un país en el que me gustaría vivir. Me enamoré y me quedé en España. Al inicio no estaba haciendo deporte, solo estaba probando un poco de todo. En ese proceso de probar otro tipo de deportes descubrí que lo que más me gustaba era correr. Así empecé a correr poco a poco.
¿Cómo te adaptaste tan rápido?
Yo siempre fui deportista. Entrenar caballos es un trabajo muy duro y físico. Llegas a tener una condición muy alta. Hay gente que piensa que montar un caballo no es exigente. Parece que los jinetes no hacen nada. Pero en realidad es mucho control corporal e incluso aeróbico. Es un trabajo físico muy duro. Yo por eso tenía unas condiciones físicas muy altas. Lo único que no estaba muy adaptada con mis miembros. Porque los huesos necesitan acostumbrarse al impacto para endurecerse, y yo al estar siempre sobre caballos no me había acostumbrado al impacto de correr. Los músculos, los tendones y todo aeróbicamente estaban muy fuertes y tenían mucha capacidad, lo único que tenía que adaptarme a correr. Empecé y al cabo de 3 meses ya estaba ganando todas las carreras del regional.
¿Esperabas ganar tantas carreras?
Para mí fue una sorpresa muy grande. Además, fue un choque porque yo cuando abandoné la equitación me prometí a mí misma que no competiría nunca más. Porque una de las cosas que no me gustaba del deporte de los caballos era la rivalidad. Decía que no se podía hacer amigos con otras personas, todos éramos rivales. Eso me hacía muy infeliz. Yo solo quería hacer deporte para divertirme. Fue una casualidad que competí en el trail y noté que la gente no se ve como rivales. Obviamente que somos rivales, pero también somos amigos y compañeros, incluso nos ayudamos. Somos un colectivo en la montaña. Nos ayudamos mutuamente si tenemos un problema allí. Y eso es lo que hace este deporte tan grande. Para mí eso fue una motivación muy grande para volver a competir.
¿Cómo llevas la relación con los patrocinadores y la exposición mediática?
Nunca he tenido una imagen de estrella. No soy muy protagonista, en general soy muy humilde. Esto me va en contra, pero yo soy así y no voy a cambiar. Los patrocinadores que tengo me entienden y me apoyan con esto. Incluso les gusta mi naturalidad y mi humildad y me apoyan porque creen en mí como atleta, no como influencer u otra cosa. Por mi parte intento cumplir con todo lo que necesitan. Siempre vamos probando zapatillas nuevas, dando ideas para crear nuevas zapatillas, que es una parte que a mí me encanta. Esto también ayuda mucho a la empresa. Obviamente, creo que mi fidelidad también es un gran plus para una marca.
¿Cómo haces para compaginar tus entrenamientos y competiciones con la maternidad?
Cuando tuvimos a nuestra hija con mi pareja dijimos "nos encanta nuestro estilo de vida. Queremos seguir haciéndolo mientras podamos hacerlo con ella". Dejamos la selección catalana, porque no podíamos viajar con un bebé en un colectivo, y empezamos a hacer nuestro propio calendario. Gracias a la ayuda de Merrell, nuestro patrocinador, pudimos organizarnos.
Contactábamos con las organizaciones de las carreras para ver si nos podían cuidar a la niña y siempre nos daban una guía o una persona para cuidarla mientras competíamos. Incluso nos pagaban el vuelo de la niña. Nos recibieron muy bien. Eso nos facilitó para llevarla a muchos lados. Al cabo de un tiempo de empezar este estilo de vida familiar descubrimos que nos daba un plus. Una motivación extra que nos hacía más fuertes. Y es una sensación preciosa. No hay nada mejor que hacer lo que te gusta en familia. Puedes ganar un Mundial mientras estás cuidando de tu niña pequeña y no hay nada más bonito.
¿Así empezó el proyecto Rolling Mountains?
Justo cuando empezó la pandemia empezamos el proyecto Rolling Mountains. Este proyecto lo creamos justamente para enseñar a otras personas cómo combinamos la familia y el deporte. El proyecto es viajar a todos los continentes del mundo y vamos con un cámara que está con nosotros y filma nuestra vida real. No es un montaje, sino que filma cómo vivimos el día a día. De cada continente hemos hecho un documental que está en YouTube y ahí se ve muy bien como manejamos este tema.
¿Te queda alguna carrera pendiente?
Antes pensaba que era UTMB. Porque está considerada la reina de todas las carreras. He probado dos veces y no me ha salido. No por el recorrido, sino por la presión mediática y la autoexigencia. Y no sé si vuelva a intentarlo. Es una carrera que, por un lado, me hubiera gustado correr y ganar o hacer podio. Pero, por otro lado, no me gusta como se están desarrollando las carreras UTMB. Creo que no tratan muy bien a los corredores. Están intentando dominar todo el deporte de una forma que no veo correcta. No estoy de acuerdo con su política ni su manera de sacar dinero. Por eso no sé si volveré a correrla. Es una lástima porque es un recorrido muy bonito y un reto grande.
Hace poco Oihana Kortazar superó tu récord del Teide. ¿Cómo lo viviste?
Sí, lo sabía. No me extraña nada que Oihana me haya sacado el récord y no me molesta en absoluto. Yo me quedo con la experiencia que yo tuve allí, que para mí siempre será una experiencia para recordar y enmarcar. Todo el mérito para Oihana que hizo un muy buen tiempo. Seguro que alguien lo podrá superar, pero será por pocos minutos. Es un tiempo muy bueno.
¿Cuáles son tus próximos objetivos y competiciones?
Voy a participar en el Marathon des Sables, otra vez. En verano voy a hacer unas 100 millas porque vamos al último continente que falta del Rolling Mountains. Vamos a Nueva Zelanda para correr una carrera de 100 millas. Tengo muchas ganas porque esa distancia siempre es difícil y creo que el año pasado en esta carrera solo acabó una mujer. Es una carrera en la selva muy exigente que igual no es tan conocida. Pero para mí es un reto muy grande. Por eso si logro acabar y rendir bien será un logro. Tengo más carreras en el calendario, pero todavía no las voy a revelar.
¿Estás haciendo un curso de experto universitario en trail running?
Sí. Es una carrera nueva, creo que lleva 3 años. Es una especialización, porque hasta ahora en Europa no hay carreras específicas para entrenar a gente en el trail. Creo que es la única carrera universitaria de trail que existe. Por eso me pareció muy interesante. Ahora mismo no soy entrenadora, pero en el futuro sí que lo quiero hacer. Creo que esta carrera es imprescindible porque me da un conocimiento muy específico para poder entrenar gente en el trail.
¿Hasta cuándo piensas correr?
No lo sé. A veces me lo pregunto. Todavía estoy fuerte. Pensaba que a partir de los 40 años bajaría mucho el rendimiento. Pero me mantengo muy bien, estoy muy motivada. Estoy muy agradecida a mi cuerpo y a mi cabeza por poder seguir. Obviamente, llegará el momento en que bajará mi rendimiento. Creo que siempre estaré activa, pero en algún momento me dedicaré a otras cosas dentro del mundo de la montaña.