La situación es la que todos estamos pensando. Una carrera urbana cualquiera. Llega un giro y varios corredores aprovechan para subirse a la acera y trazar una diagonal en lugar de tomar la curva por la calzada. Lo que popularmente se llama “recortar”. Un término lleno de significado y completamente acertado. Porque salirse del asfalto para subirse a la acera y ganar esos segundos al crono aprovechando la curva… es recortar recorrido. Sencillo y fácil.
Cuando un corredor no respeta las curvas y sube por encima de la acera, está saliéndose del trazado oficial homologado. Por explicarlo de otra manera: si a un atleta en cabeza de carrera le pillan haciendo eso y llega a la meta batiendo un récord, se lo anulan. No se puede recortar en las esquinas.
Las carreras en ruta se homologan mediante un sistema oficial de medición. Hablamos de una herramienta que mide la distancia exacta entre dos puntos dibujando un itinerario al que podemos llamar “la trazada perfecta”. Es decir, la longitud exacta que ofrece este itinerario -normalmente pintado con una línea azul o verde en la propia carretera- es de 10.000 metros o de 42.195 metros. Y es la línea por la que trotan los atletas de cabeza con el fin de no regalar ni un solo centímetro.
Lógicamente, salirse del asfalto y recortar en los giros del circuito es acortar este recorrido. Y sé -porque muchos seguro que ya lo estáis pensando- que en el caso de los corredores populares, al correr en masa es imposible seguir la línea azul y terminas haciendo algunos metros de más. Y que al llegar a la meta y parar el reloj te sale siempre más distancia. Lo sé. Pero, sinceramente, no me parece excusa ni argumento para aprovechar a recortar en las esquinas. Y también soy consciente de que en muchos giros se forma un tapón que en ocasiones incluso te obliga a bajar el ritmo.
De todos modos, al final esto es una cuestión personal. Somos amateurs y solo nosotros sabemos si nuestras propias marcas están ‘homologadas’ o no. Nadie va a estar vigilándonos en las curvas. Es simplemente una cuestión de no engañarse a sí mismo. De respeto por el atletismo y por los demás participantes.