Altas, anchas, espaciosas... si las Brooks Cascadia han sido tradicionalmente un calzado versátil y polivalente las nuevas Brooks Caldera 6 son claramente las zapatillas para ultras de Brooks. Profundamente evolucionadas respecto a la quinta versión nos encontramos con una de las opciones más interesantes para larga distancia que puedes encontrar en el mercado.
Alta mediasuela, el alma de las Brooks Caldera 6
Sorprenden a primera vista y con ellas en la mano la altura de la mediasuela, un buen "mazacote" pero livianas gracias a su mediasuela inyectada. Los pequeños puntos que vemos en su lateral no sabemos si simulan los cráteres de la superficie lunar pero al tacto (de la mano) se notan blandos y, sin embargo, en la primera puesta y zancadas iniciales se siente algo más firme de lo que pudiéramos pensar, no duras, para nada, pero quizá la impresión era de un colchón y no lo son tanto.
Seguimos con un primer análisis visual y primeras sensaciones. La suela, con unos tacos de en torno a los 4 mm de altura están considerablemente separados y cuentan con un prominente canal central en la mitad trasera lo que aparentemente le da algo más de movilidad alrededor del eje longitudinal del pie, en torsión.
Nos vamos a la parte superior. Un tejido razonablemente abierto, ligero y de buena impresión inicial cuenta con una puntera reforzada exterior e interiormente. El talón, de dureza media y algo bajo, el collarín, bien ejecutado, y la lengüeta, de grosor medio y amplios agujeros de transpiración completan una parte superior discreta pero bien ejecutada.
El pie "dentro" de la mediasuela
La plantilla, de grosor medio y compuesto de la casa, BioMoGo lo llaman al compuesto de la misma, es discreta excepto por sus importantes curvaturas que abrazan el pie, algo que se repite en la mediasuela que notamos perceptiblemente cuando metemos el pie e iniciamos la carrera.
Como suele ocurrir con las zapatillas tan altas el pie se embebe en la mediasuela, no va tan alta como parece por fuera y en estas Brooks Caldera 6 notamos cómo, especialmente en la zona del antepié, la curvatura transversal realmente abraza el pie y es que no es sólo es cosa de la forma de la plantilla ya comentada sino una configuración de la zapatilla en sí. Entendemos que este abrazo que notamos en la parte delantera del pie tiene dos funciones: la primera, una suavidad en las curvas, una continuidad más amable con las formas también curvas del pie; y segunda, añadirle un punto de estabilidad al recoger el pie y bajar su centro de gravedad.
Cuando se hablaba de la geometría de una zapatilla comentábamos qué era el flare. Las Brooks Caldera 6 son el perfecto ejemplo de cómo las zapatillas altas en más de las ocasiones aumentan su huella para otorgarles una estabilidad adicional la cual pierden al elevar el centro de gravedad con esos milímetros extra de altura. Vistas desde arriba la huella que dejas es considerablemente más amplia que la del pie del usuario con unas generosas medidas de anchura externa en la parte delantera y bastante mayor en mediopié y talón.
Comodidad, protección y estabilidad
Desde el primer kilómetro notamos la generosa altura y la extraordinaria protección del pie; a cambio, como es lógico, nos aísla y pierdes percepción del terreno pero no es importante en una zapatilla diseñada para correr largo por terrenos no especialmente dificultosos. Como decíamos más arriba la mediasuela —en compuesto DNA Loft V3 propio de Brooks— la zapatilla no se siente tan blanda, tan gomosa, como ocurre con otras zapatillas del mismo perfil y en ese sentido se percibe más convencional, más precisa aunque ligeramente menos descansada. Se siente la calidad, se siente uno bien amortiguado y no se percibe inestabilidad en el tobillo como sí ocurre con algunos compuestos hiperblandos.
La suela tiene un buen agarre, por compuesto y altura de tacos, está diseñada para terreno fundamentalmente seco y no especialmente técnico, ningún problema si no te sales de aquí. No es que no puedas meterte en la madre de todos los berenjenales, es que no es su sitio, con prudencia si toca cruzar una zona difícil y ya está.
La parte superior pasa desapercibida en el buen sentido, hace su función, excepto en dos puntos: el primero son los tirantes que salen de los ojales de los cordones y van a meterse entre el upper y la mediasuela. Es una forma conocida y empleada profusamente por las zapatillas de trail running para añadirle un extra de estabilidad y que resulta sencillo y ligero, sistema ideal para una zapatilla fundamentalmente rodadora y en la que posiblemente no sea justificable un sistema más complejo y pesado.
El segundo punto respecto al upper nos gusta menos. Hemos dicho que la puntera estaba reforzada exterior e interiormente. Bien que se refuerce para proteger los dedos pero no tan bien cuando ese refuerzo interior crea un pliegue algo feo en la zona de flexión que puede molestarte. A mejorar.
Conclusiones Brooks Caldera 6
La Brooks Caldera 6 están diseñadas para la larga distancia y cumple perfectamente con su cometido, rodadoras, con una sencilla transición de tobillo, predecibles, cómodas y dejando los pensamientos del corredor de ultras en otro lado. Una vez conocidas en un par de días pasan desapercibidas, se sienten familiares y cómodas como unas pantuflas de andar por casa por sus generosas anchuras. Son una excelente solución de compromiso para muchos terrenos, para distancias largas y para correr confortablemente. Por supuesto también para entrenar a diario por caminos sin excesiva dificultad y hacerles kilómetros despreocupados de ellas por esa sensación de estar con algo conocido y que nos sienta bien.
Ficha técnica Brooks Caldera 6
- Tipo de zapatilla: entrenamiento y competición de trail running de larga distancia
- Peso: 311,8 g hombre / 277,8 g mujer (según la marca)
- Drop: 6 mm
- Reciclaje: 48,4 % en la parte superior o upper
- Precio: 150 € en la web de Brooks
Recomendación RUNNING.es
- Perfil de corredor: peso medio y alto, las mediasuelas altas no están contraindicadas para ligeros pero los aprecian más los pesos de medios para arriba (cuéntese mochila con líquidos para contar el peso total).
- Distancias: ultras y los entrenamientos asociados a prepararlas.
- Ritmos: lentos, tranquilos, andar y correr.
- Terreno: montaña y caminos, razonablemente compactos y secos.