Rotura muscular

Rotura muscular

Los músculos son los encargados de mover nuestro cuerpo y, como todo en esta vida, es posible que a veces se rompan. Es más habitual en los deportes explosivos e intermitentes que en las carreras de fondo, donde el movimiento es bastante cíclico y de relativa baja intensidad, pero también pueden ocurrir. También es más habitual en los llamados “deportistas de fin de semana”, aquellas personas que apenas practican deporte de lunes a viernes pero que incrementan mucho la intensidad uno o dos días a la semana (partido de fútbol, tenis, pádel o carrera popular).

La rotura de un músculo es siempre dolorosa y, en función del alcance de la lesión, se diferencian tres categorías.

·         Grado 1: rotura de pequeño alcance que apenas cursa con inflamación. Se podrían colocar aquí las contracturas que producen un poco de cojera pero que permiten caminar sin ayuda externa. El retorno a la actividad deportiva puede variar entre 1 y 4 semanas.

·         Grado 2: rotura de mayor gravedad que presentará cierta inflamación local y la dificultad de caminar sin ayuda o cojeando de manera muy visible. El músculo necesitará más de un mes para volver a estar en condiciones.

·         Grado 3: rotura completa o casi completa del músculo que casi siempre presentará un hematoma además de inflamación severa. Caminar sin ayuda es imposible y el dolor es intenso. El tratamiento y la duración del mismo dependerán en gran medida de la severidad de la lesión, requiriendo un mínimo de 3 meses para normalizar la situación.

La rotura de un músculo cursa siempre con el mismo proceso de sanación y éste será más largo y visible en los casos más severos. De esta manera, los eslabones por los que pasa un músculo dañado son: inflamación, revascularización, proliferación celular y fase de remodelación. He aquí cuánto dura cada uno y qué pasa en el músculo durante cada fase.

1.       Inflamación: 1-2 días

El líquido circulante por los vasos sanguíneos se extravasa (sale de los vasos) e invade las estructuras periféricas. A mayor severidad de la lesión, mayor grado de inflamación.

2.       Revascularización: hasta el día 14

Se forman nuevos vasos sanguíneos para irrigar mejor la zona lesionada y que no falten nutrientes para curar la lesión ni para eliminar las sustancias de desecho.

3.       Proliferación celular: hasta el día 28

Generación de nuevas células musculares que sirven para reparar el músculo dañado. Se disponen de manera desorganizada como formando un empaste.

4.       Fase de remodelación: hasta los 3-6 meses post-lesión

El empaste de nuevas células va alcanzando la forma y función necesarias para recuperar la función óptima del músculo.

Tratamiento para cada fase

Porque cada fase del proceso de sanación es diferente, también lo será el tratamiento. Hay técnicas indicadas para la fase de inflamación que no son útiles en las siguientes fases y al revés. He aquí el consenso al que llegaron un grupo de los mejores médicos deportivos de España cuando se reunieron en la clínica CEMTRO de Madrid en 2015.

1.       Inflamación

Aplicación de hielo, reposo deportivo, elevación del miembro afectado y no inmovilizar completamente la zona dañada. Sí se puede y debe colocar un vendaje con ligera compresión y no se deben administrar anti-inflamatorios (pero sí se pueden tomar analgésicos).

2.       Revascularización

Se inician las movilizaciones y ejercicios para el músculo, pero siempre que no sean dolorosos. Son recomendables tanto los estiramientos sin dolor como las contracciones isométricas y se pueden aplicar técnica de fisioterapia invasiva como la punción seca en los músculos aledaños que pueden estar afectados.

3.       Proliferación celular

Los ejercicios progresan en intensidad y se añaden tanto los concéntricos como los excéntricos, pero considerando el dolor como límite para estos ejercicios. También el estiramiento puede ser más intenso y se puede practicar de nuevo el gesto deportivo con precaución y progresión.

4.       Fase de remodelación

Progresar en los ejercicios hasta que se pueda retomar la práctica deportiva sin dolor.

Una rotura muscular es una lesión importante y dolorosa que requiere un tratamiento bien ejecutado para recuperarse y, sobre todo, para no volver a lesionarse en la misma zona. Por esta razón, antes de volver a correr o a practicar tu deporte con cierta intensidad, debes estar muy seguro de que la lesión está curada al 100%. Si no es así, las probabilidades de recaída son muy altas.

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