He coincidido muchas veces con Ruth Beitia en las reuniones Golden League – ahora se llama Diamond League- y siempre me ha asombrado su generosidad y su actitud, ya que crea buen clima allá donde se encuentra. Por algo es el “gran capitán” del equipo español, no solo porque nos saca casi un palmo al resto de los atletas (mide 1,92) si no por su constante buen rollo, sus palabras de ánimo para todo el mundo, sobre todo cuando no lo has hecho bien, lo que por desgracia sucede demasiado a menudo.
Ruth posee el récord de España de salto de altura (2,02 metros), la única española por encima de los 2 metros, y acaba de revalidar su campeonato de Europa.
La cántabra fue cuarta en los Juegos de Londres y tras la final dijo que se retiraba. Como buena deportista que es, no quiso parar y se puso a patinar, un deporte que le encanta. Pero en Santander llueve y llueve, sobre todo en invierno, y Ruth acabó volviendo al módulo cubierto de La Albericia, con su “otra mitad”, como dice ella, Ramón Torralbo, su entrenador de toda la vida.
Beitia procede de una familia de deportistas y se inició en el mundo del atletismo a los 11 años, ¡corriendo pruebas de campo a través! Poco a poco fue cogiendo el gusto por el salto de altura, tutelada por Torralbo, no solo su entrenador sino también y en buena medida su confesor, su psicólogo, y podría decir que su segundo padre.
Ruth, que ha cumplido 34 años, pretendía, con su retirada de las pistas, dedicarse por entero a la política, pero gracias a Torralbo y a que sus últimos resultados han sido buenos o muy buenos, ha decidido prolongar su carrera deportiva, por suerte!
En Octubre de 2008 fue designada miembro del Comité Ejecutivo Regional del Partido Popular de Cantabria, y el 16 de Junio de 2011 tomó posesión como Diputada y fue designada Secretaria Primera del Parlamento de Cantabria. Se unía así a una extensa lista de atletas que se han pasado a la política, curiosamente la mayoría a las filas conservadoras, como Abel Antón, Marta Domínguez, Niurka Montalvo, Daniel Plaza, Chuso García Bragado y muchos otros. La excepción es Fermín Cacho, ligado a los socialistas.
Afortunadamente, Ruth sigue dando guerra en la pista y espero que por mucho tiempo. Es la gran capitana y gran ejemplo para el resto de la expedición.