Salir a correr tras tener un hijo

Salir a correr tras tener un hijo

La atleta de fondo Alessandra Aguilar fue madre a principios de 2018. Una nueva etapa en su vida que, ha admitido varias veces, aplazó “más de lo deseado por las trabas que pone el deporte de élite ante los embarazos”. Hemos hablado con ella sobre su experiencia de volver a correr tras dar a luz. Nos cuenta su experiencia y, sobre todo, nos ofrece los tips que a ella le han funcionado.

“El deporte de élite no está preparado para que una mujer se quede embarazada y después pueda volver a su actividad”, afirma, de forma tajante, Aguilar, que ha corrido durante más de 21 años defendiendo la camiseta de España y ha participado en 3 Juegos Olímpicos (Pekín 2008, Londres 2012 y Rio 2016). La maternidad le ha llegado a Alessandra Aguilar a las puertas de los 40 años, y tras más de 2 décadas en el mundo del atletismo de élite hace un año y medio dio a luz a su hija, Ariadna. “Llevaba muchos años queriendo tener un bebé, pero siempre me preguntaba cuándo sería el mejor momento”, reflexiona Alessandra. Un momento que llegó a principios de 2018.

Poco a poco, los tiempos están cambiando, con mucho esfuerzo por parte de las mujeres deportistas que reclaman, de forma creciente, sus derechos a ser madres y también deportistas. Hasta hace poco, ni tan sólo existían ayudas económicas para las deportistas de élite que quisieran hacer un alto en el camino para tener descendencia. Recientemente, hace un par de años, el Consejo Superior de Deportes aprobó un paquete de ayudas, pero éste siempre está sujeto a los Presupuestos Generales del Estado. Dichas ayudas van dirigidas a intentar conciliar mejor este gran paso en la vida de una mujer, por encima incluso de su vida como deportista de élite. Un terreno en el que, por ahora, aún quedan muchos kilómetros por recorrer y normalizar esta situación y derecho fundamental.

Sin prisa, pero sin pausa

En el caso de la corredora de Asics, la maternidad le ha abierto una nueva puerta a su vida familiar y deportiva. Sus consejos pueden ser de gran utilidad para todas aquellas corredoras que desean volver a correr tras dar a luz y quizás se encuentran que no pueden disponer de la información necesaria. En primer lugar, “no hay que tener prisa para volver a correr tras ser madre y hay que saber escuchar a tu propio cuerpo” afirma Aguilar. En su caso, entre el embarazo y el parto, ha estado más de un año sin hacer aquello que mejor se le da a nivel deportivo, correr. Las prisas no son buenas compañeras de viaje y, en este sentido, es fundamental “no acelerar ningún plazo en el proceso de recuperación y haciendo un trabajo específico de reforzamiento del suelo pélvico (en su caso, lo hizo ya incluso antes de dar a luz, junto a ejercicios para fortalecer toda la zona del core, caderas y glúteos)”.

Hay que tener en cuenta que “no descansas igual porque estás pendiente de tu hijo/a y, además, si le das el pecho, tú cuerpo también lo nota”, argumenta una de las mejores maratonianas en la historia del atletismo español. Teniendo en cuenta esto, “es preciso ponerse objetivos a medio y largo plazo” y “hasta que no tuve el suelo pélvico recuperado, tras hacerme la valoración pertinente por parte de un especialista, no volví a correr”. En su caso, pasaron 4 meses desde el parto hasta el primer día en el que se volvió a calzar las zapatillas. “Empecé a correr y a caminar, alternándolo también con un día en el gimnasio, haciendo elíptica y, poco a poco, fue incrementando el tiempo y también la frecuencia de las salidas”, nos cuenta con un brillo de ilusión en los ojos, recordando aquellos momentos. En algunas ocasiones salía con el cochecito de su hija, otras, cuando disponía de canguro, lo hacía sola, olvidándose de ritmos y de tiempos.

Abdominales hipopresivos

También fue fundamental, en su caso, el trabajo de abdominales hipopresivos para tener toda la pared abdominal unida. “Antes de trabajar específicamente esta zona, podía meterme 4 dedos en esta zona; tras todo el trabajo que hice, ahora sólo me entra 1”, cuenta orgullosa. “No sé si antes de quedarme embarazada tenía este mismo agujero en el que sólo me entraba un dedo, porque nunca me fijé en ello, pero estoy muy contenta del trabajo que he realizado en este sentido”, manifiesta la triple maratoniana olímpica. Es esencial tener en cuenta todo este proceso global para evitar esa “precipitación” de la cual hablaba la corredora nacida en Lugo. Y también aconseja –si el médico lo permite en cada caso concreto- “empezar a hacer elíptica y bicicleta antes incluso de empezar a correr”. Otras actividades como el pilates o el yoga también le ayudaron en todo este viaje de vuelta a la normalidad.

Correr, ¿hasta cuándo?

Siguiendo estos consejos, “conseguimos una vuelta gradual a la actividad deportiva y, en un primer momento, evitamos el fuerte impacto sobre nuestro organismo que padecemos cuando corremos”. En su caso, no corrió “ni un solo paso hasta que mi suelo pélvico estuvo completamente recuperado” tras un parto natural (hay que dejar claro que los tempos pueden variar significativamente con una cesárea). No obstante, igual de importante es el trabajo posterior que se hace tras dar a luz, que todos los ejercicios que se puedan llevar a cabo durante el propio embarazo. “Si tu gestación te lo permite, es muy importante mantenerse activa, caminar todo lo que puedas; va a ser positivo para ti, pero también para el bebé”.

¿Y hasta cuándo podemos correr estando encintas? “En mi caso, corrí hasta la semana 20-22, porque empecé a tener molestias y después pasé a caminar todos los días 1 hora, en la medida de lo posible”. Cuando ya se empezó a notar más pesada y se cansaba más, fue reduciendo el tiempo hasta media hora, pero nunca dejó de “mantenerse activa”, tal y como nos cuenta con sus propias palabras. Todo ello, tal y como han manifestado muchos expertos en diversos estudios, es nuclear de cara a la futura recuperación –más rápida- de una madre tras el parto. Alessandra Aguilar vuelve a ratificar la importancia del mensaje de saber escuchar a tu propio cuerpo: “esto es algo que todas debemos hacer tanto durante el embarazo como después de él”. Y prosigue diciendo que “si un día tu peque no te ha dejado dormir, pues descansa, y ya saldrás a hacer deporte al día siguiente, hay que tener la paciencia suficiente para ello”.

Aboga por la normalidad

A pesar de la situación actual entre el binomio embarazo-deporte de élite, Aguilar es optimista de cara al futuro. “Creo que se van a ir abriendo caminos impensables hace algunos años, aunque esto no impide que, en muchas ocasiones, te sientas impotente, ya que has dedicado parte de tu vida al atletismo de élite y llega un momento en el que te quedas sin nada”. Y muchas corredoras dependen, en este sentido, “de la buena voluntad de tu club, espónsors… de que quieran seguir apostando por ti una vez estás embarazada y para cuando vuelvas a la actividad como deportista”, medita Alessandra. La atleta gallega, para cerrar, nos deja un lema interesante en este aspecto: “El embarazo es una baja maternal, no es ninguna lesión; hay que normalizar la maternidad dentro del deporte de élite”.

En este proceso de normalización al que alude Aguilar, opina que “se debería obligar a los clubes de atletismo a que nos den de alta en la Seguridad Social, ya que estamos en tierra de nadie, sin ningún régimen especial que nos ampare en este sentido en cuanto a baja por maternidad, paro, etc.”. “No pedimos ningún regalo, pero sí que se establezca un régimen especial, como el aprobado hace poco, mediante el cual se regulen realmente todos estos derechos”. La opción de darse de alta de autónomo también planea sobre nuestra conversación, pero Aguilar tiene claro que, como en el caso de muchos trabajadores y trabajadoras españolas hoy en día, “debemos tener unos ingresos altos para que nos compense pagar las cuotas de autónomo y evitar que salga lo comido por lo servido”.

Un año y medio después del nacimiento de Ariadna, Aless –nombre con el que la conocen sus más allegados- ha completado con buenos resultados la temporada de cross y tan sólo descansa 1 día a la semana. Con trabajo, constancia y persistencia, ha recuperado el nivel de entrenamientos previos que tenía antes de quedarse encinta. “Eso sí, ahora ya tengo 41 años”, confiesa con una sonrisa dibujada en su afable rostro. La edad es un siempre número para ella y sigue escuchando a su propio cuerpo, “viendo cómo me encuentro y qué sensaciones tengo”. No se plantea correr ninguna carrera de 42.195 a corto plazo, “veremos con el tiempo, pero a día de hoy no está dentro de mis objetivos”, quiere centrarse en carreras de cross, algún 10.000 (en septiembre en Palma de Mallorca) y, como mucho, hasta la distancia de medio maratón (correrá una media en noviembre en Las Palmas de Gran Canaria).

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