Saucony Kinvara 5: la prueba

Saucony Kinvara 5: la prueba

La primera vez que las vi me vino a la mente la imagen de un reptil de piel brillante y suave. Me cautivaron sus tonalidades verdosas y esa forma de deslizarse tan natural, devorando con un hambre voraz a su mayor enemigo: los kilómetros. Sí, los kilómetros, porque aunque pudiera parecer que hablo de una serpiente, en realidad os estoy presentando las nuevas Saucony Kinvara. Las 5. SI LAS QUIERES VER EN MOVIMIENTO, NO TE PIERDAS NUESTRA VÍDEOPRUEBA (CLICA AQUÍ)

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Este popular modelo de la marca americana llega con algunas variaciones respecto a su predecesora. Lo cierto es que a simple vista no parece que se hayan modificado mucho, ya que son totalmente reconocibles como unas Kinvara en toda regla y siguen manteniendo la misma filosofía enfocada al natural running. Sin embargo, en mi opinión, los cambios las han hecho más polivalentes aún sin perder su esencia. A mí particularmente me han gustado mucho y desde un principio me he sentido muy bien con ellas. El primer aspecto destacable que noté al calzármelas fue una mayor comodidad. Pequeños detalles como el collar del tobillo mucho más acolchado y una lengüeta también muy confortable, mullida y cosida al interior, formando así una especie de calcetín interno fabricado con un nuevo material super blando llamado RunDry® que ayudará a proteger el pie contra las rozaduras y puntos calientes propios de la carrera. Pero ante todo, lo que me ha llamado poderosamente la atención, llevándome una agradable sorpresa, ha sido su amortiguación.

Está claro que son unas zapas que exigen que tengamos una pisada y una técnica de carrera bastante perfeccionada para poder hacer uso de este tipo de calzado de carácter, digamos, proto-minimalista. Sus 4mm de drop así nos lo confirman. Pero, a pesar de ello, se ha conseguido en esta edición una importante mejora en este aspecto. Mediante el compuesto de Eva+ de la media suela y la tecnología Powergrid, se consigue tener una notable mitigación del impacto contra el suelo para aquellos que taloneamos un poco más. Además, se consigue una mejor transición de la pisada con un cierto efecto rebote. Este hecho me hizo ampliar horizontes en cuanto a su utilización. Probablemente- pensé antes de probarlas- ahora podrían tener un uso también adecuado para hacer series e incluso entrenamientos o competiciones de más kilómetros. Por último, en cuanto a los cambios más destacables, cabe decir que el upper ha mejorado también en lo referente a composición y durabilidad. Es un poco más ancho y redondeado que en las Kinvara 4 y también se ha optado por incluir nuevos materiales que lo hacen más resistente pero sin perder su flexibilidad y transpirabilidad. La suela también ha sufrido algunos cambios, sobretodo en la parte del talón y la mediasuela, donde se ha distribuido de tal forma que ayuda a minimizar los movimientos de pronación de algunos corredores, a pesar de ser unas zapas para pisada neutra.

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Y ahora vamos a correr…

Las estrené, como siempre, caminando unos días con ellas para posteriormente hacer un suave calentamiento y pasar después a darles un poquito más de cera. En el periodo de adaptación a mi pisada, donde las utilicé básicamente para pasear, ya noté las peculiaridades de su suela y su horma más anchas. De tal manera que al empezar a correr noté una gran estabilidad en mi pisada. Esto es principalmente debido a la amplitud y a la configuración en la zona del arco del pie, donde encontramos esa peculiar pieza de contención que le da esa característica rectitud al interior de la suela. Por otro lado, también ayuda a ello y mucho, el sistema de atado ProLock que nos permite un mejor ajuste al pie y al movimiento del mismo en cada apoyo y despegue de nuestra carrera.

Y efectivamente, al imprimirle una mayor velocidad al asunto noté unas muy buenas prestaciones. Hice unos miles a 3’15-3’20 para ver cómo respondían y la verdad es que quedé muy satisfecho. Es cierto que contra más rápido corres menos se entra de talón y que, por tanto, le sacas más rendimiento al perfil de este calzado. En mi caso, no noté una diferencia excesiva con unas voladoras al uso, estamos hablando de unas zapas muy ligeras, de 218 gramos. Lo que sí se percibe es una mayor movilidad interna del pie debido a la amplitud de la base plantar de la zapa. Quizá para el que está acostumbrado a una voladora más tradicional, pueda llegar a sentirse un poco “pato” corriendo con ellas a ritmos altos. De hecho, no olvidemos que es un modelo enfocado al natural running, así que correr rápido tampoco es su cometido principal. En cuanto al grip, mantienen el sistema de triangulitos en la suela que aseguran un agarre suficiente. En comparación con otras Kinvara, esta vez se han preocupado de protegerlos un poco más para obtener una mayor durabilidad. También se han encargado de reforzar las zonas de mayor abrasión con  esas piezas de colores que bordean el exterior de la suela, fabricadas con caucho IBR+ denominadas xt 900.

Pero donde realmente noté una mejora fue en el uso más tradicional de una zapa de running, es decir, salir a rodar con ellas. Las 4 se me quedaban muy cortas y rara vez podía hacer tiradas de más de 10km-12km, a no ser que llevara una técnica de carrera muy forzada o un ritmo que me permitiera entrar más de punta. Pero con las 5 la cosa cambia, se hace agradable hacer una tirada larga, aunque el ritmo sea bajo y el cuerpo nos pida entrar más de talón. Además, como ya he dicho, son muy cómodas y ventiladas. Al ser anchas y estar termoselladas, sin costuras, no hay opción de roces inoportunos, hace que sean unas zapas muy adecuadas para pegarse una buena kilometrada. Los terrenos por donde más he disfrutado rodando son los más estables: asfalto combinado con caminos firmes de tierra o hierba. Para zonas más abruptas ya no las recomiendo tanto, ya que, a no ser que seas Kupricka, se hace más difícil correr con ellas.

Conclusión

Tenemos ante nosotros una versión evolucionada de las Kinvara que creo ha dado en el clavo con los pocos, pero muy efectivos, cambios realizados, consiguiendo sobretodo ser más polivalentes y duraderas. Tal es así,  que el usuario tipo puede ser variado. Desde aquel que quiere iniciarse en el natural running, hasta aquel que con una peor técnica de carrera quiere utilizarlas como unas neutras mixtas. Pudiendo hacer series con ellas o incluso llegar a competir en distancias de 10km o superiores hasta maratón, todo en función de  si tenemos una buena adaptación de nuestra pisada. Como siempre, cabe situarnos y saber cuáles son nuestras características, ya no sólo de peso y tipo de pisada, sino también ser conscientes de nuestra técnica de carrera. Esas serán las premisas para saber hacer un buen uso.  Mayor peso y peor técnica, menor distancia. Menor peso y mejor técnica mayor distancia. Y ahora, sabiendo esto, ya podemos ir a repartir mordeduras venenosas con ellas a nuestros rivales.

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