Saucony Ride 7: La prueba

Saucony Ride 7: La prueba

La denominación de este modelo de zapatillas no podía definirlas mejor. Las Ride de la consolidada marca americana, en su séptima versión, son exactamente para eso que su nombre indica: para trotar, para cabalgar o, dicho en términos runneros, para rodar. Son nuestras compañeras ideales para acumular kilómetros, dándonos además unas excelentes prestaciones.

Primera impresión:

No tardé demasiado en querer probarlas una vez las tuve en mi poder.  Empezamos como siempre con un poquito de adaptación, usándolas unos días para caminar y rodar suave. Enseguida vi que una de sus mayores virtudes eran la amortiguación y la estabilidad. Y es que llama la atención la forma continua de su arco y esa nueva pieza de caucho acolchada situada en el medio píe, que le dan esa mencionada mayor estabilidad y ligereza en el conjunto de la zapatilla. Hablamos de 266 gramos de peso, que para ser unas rodadoras está muy muy bien, pudiendo colocarlas incluso en la categoría de mixtas. En cuanto te las calzas notas también mucha comodidad, en general es una zapatilla muy acolchada, tanto en la zona del collar del tobillo como en la lengüeta. Sus cordones planos facilitan el atado y ayudan también a darle un mayor confort al pie. La plantilla interna, mullidita, nos transmite ya esa sensación de amortiguación desde el momento en que nos las calzamos y nos ponemos de pie.

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A correr:

Bueno, y una vez adaptado a ellas y ellas a mí toca empezar a correr. Tuve la suerte de encontrarme justamente en el paraíso del runner con las Saucony Ride 7 puestas en los pies, ni más ni menos que en Chamonix-Montblanc. Así que, en el inmejorable entorno que nos ofrecen los Alpes, con varios días por delante y muchos kilómetros que recorrer en diversos tipos de terreno, tenía todo lo necesario para ponerlas a prueba. 

Allí lo suyo con estas zapas es hacer circuitos que sean de tierra y bastante estables, aunque inevitablemente acabaremos encontrándonos con más de una subida y bajada considerables. Evidentemente no son unas zapas de trail, así que tampoco les iba a exigir circular por zonas excesivamente técnicas. Lo cierto es que mientras la superficie no fuera demasiado irregular o pedregosa respondían de maravilla. Tienen una buena tracción y bastante agarre, pero reconozco que bajando por sitios un tanto pronunciados se me fue un par de veces el pie con la arenilla, aunque siempre pude mantener el equilibrio. Normal, no es ese el terreno para el que están concebidas. Para eso, Saucony ya tiene las nuevas Xodus 5.0

Sin embargo, cuando las puse a prueba en lugares más “corribles”, caminos en plano y asfalto, noté muchas de las características principales y más valorables de este modelo. Yo definiría la sensación que tuve con una sola palabra: fluidez. Esta percepción tan agradable es sin duda un compendio de tecnologías bien coordinadas. En primer lugar, la SRC, cuyas iniciales en inglés significan algo así como Compuesto de Súper Rebote. Para decirlo de una forma sencilla y entendible, son unas piezas colocadas en el talón que sirven para adaptar el aterrizaje a nuestra forma de atacar el suelo.

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El momento de la transición en esta nueva versión de las Ride es mucho más ágil gracias a unas hendiduras que se han incorporado en la mediasuela y que le dan una mayor flexibilidad al movimiento del pie en el momento previo al despegue. Todo ello bien alineado con la tecnología Powergrid, obviamente. Dándole así ese plus de amortiguación tan destacable. Además y cómo complemento a esta estructura tan eficiente se suman sus 8mm de drop y la forma de la suela que hacen que exista un contacto permanente con el suelo, consiguiendo con ello una total seguridad en cada una de nuestras pisadas

Para una tirada larga tenemos todo lo que necesitamos en cuanto al chasis que las conforman. La malla es bastante transpirable y eso nos da una correcta ventilación. Una peculiaridad de este modelo es su suela delantera y el upper más ancho, reforzando aún más el tema de la estabilidad y el confort. Podemos ver que combina un sistema de termosellados con algunas costuras, pero, personalmente, a mí no me han causado ninguna molestia y eso que les he dado bastante tralla.

La verdad es que, como ya he destacado, son ideales para acumular kilómetros y kilómetros. Cabe decir que al principio parece que vamos sobre una especie de plataformas, pero la verdad es que una vez te acostumbras (y tardas muy poco en hacerlo), van como la seda, nada de sensación de zapateo debido a una amortiguación dura, ni tampoco la contraria de blanda "chiclosa". En cuanto a la durabilidad parece que están bien reforzadas en su estructura general y, por supuesto, a nivel de suela con las piezas de caucho XT-900 para la zona de más fricción y las IBR+ que se reparten por el resto de la suela y que además ayudan a conseguir una mejor transición de la pisada.

Conclusión:

Unas excelentes zapatillas para rodar y también, en determinados casos, para algo más de ritmo e incluso competición si el corredor requiere de una mayor amortiguación. Su potencial radica en una muy agradable amortiguación, además de ofrecer estabilidad y comodidad. Aptas para corredores neutros y por supuesto para los plantilleros con corrección de la pisada, que no tendrán problema para colocarlas debido a la amplitud de este modelo.

Como siempre decir que el buen uso lo determinarán nuestras características y nuestras pretensiones. Principalmente aquí será clave nuestro peso, si somos más bien ligeros (hasta 70kg), serán unas excelentes mixtas, para rodajes por superficies estables a todos los ritmos. Si somos de peso medio-alto (75kg o más) les podremos dar un uso más racing, ya que tienen una muy buena respuesta. En cualquier caso, la Ride 7 nos llevaran en volandas hacia nuestros objetivos de una manera suave y confortable.

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