Se venden medallas finisher en Wallapop

Se venden medallas finisher en Wallapop

Apenas habían pasado unas horas desde que terminase el Movistar Madrid Medio Maratón cuando en Wallapop ya había varios anuncios donde se vendía la medalla finisher. Iba a decir que es curioso, pero no. El adjetivo es otro. Quizá sea triste. Triste por el que vende y triste por el que compra, claro. Como corredor, entiendo que una medalla finisher es un símbolo de tu esfuerzo y tu ilusión por cruzar una nueva meta. Un recuerdo tangible de otra experiencia más con el dorsal. Aunque la marca no haya sido la deseada, aunque acumules ya docenas de preseas como esa en el cajón de casa, aunque no tengas especial apego a lo material.

Una medalla representa horas de entrenamiento, de sacrificio, una pequeña -o gran- parte de tu vida deportiva. Es triste venderla por 10 o 12€ que no te van a cambiar la vida y ni siquiera te ayudarán a llegar a fin de mes. Con la inflación que hay, no da ni para salir a cenar. Y es posible que algún día, cuando ya no puedas correr 21 kilómetros porque tu cuerpo no responda a esos esfuerzos, te guste mirarla y recordar.

Pero, es evidente, que si hay personas que venden su medalla es porque hay otras que la compran. Y si es difícil comprender lo primero, más aún es lo segundo. ¿Quién querría tener una medalla de una carrera que no ha hecho? ¿Con qué finalidad? ¿Autoengaño? ¿Engaño ajeno? ¿Para alardear con las visitas? Tirarse un farol de esas dimensiones me parece tan indigno que me cuesta creer que haya gente con tan pocos escrúpulos. Ni qué decir tiene que mercadear con las medallas se aleja por completo de los valores que se le presuponen al running.

Muchos corredores puristas -suelen ser veteranos en esto del atletismo popular- aseguran incluso que ni siquiera deben aceptarse camisetas de pruebas que no has corrido. Dicen que es un gesto inmoral. Y yo precisamente no les voy a quitar la razón. Estoy en gran parte de acuerdo con ellos. Pero al fin y al cabo una camiseta es un enser utilizable y al que puedes darle una vida útil. Es un argumento. Aunque, reitero, soy de la opinión de esos veteranos que prefieren no lucir camisetas de carreras que no han hecho.

El tema de los anuncios en Wallapop con la medalla del Movistar Madrid Medio Maratón no es un caso aislado. Hace unas semanas fue Barcelona y en enero fue Sevilla. El pasado mes de diciembre también hubo varios anuncios que vendían la medalla de la Maratón de Valencia. Por eso la sospecha es que no son dos ni tres corredores quienes “hacen negocio” con esta reventa. Y permítanme las comillas en hacen negocio, porque insisto en que por 10€ vender una medalla me parece un acto ciertamente ruin.

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En Twitter muchos usuarios runners también han expresado su malestar por este tipo de conductas que no representan al colectivo de los corredores: “¿No vende el gel de la bolsa?”; “Y yo pasando vergüenza porque las zapatillas que doné estaban sucias”; “Me parece de lo más absurdo y disparatado”; “Lo peor de todo es que me pregunto quién compra eso”.

Aunque también hay otros muchos que defienden y comprenden estas prácticas: “Según está la economía en algunas familias, no me parece mal. Wallapop es una fuente de ingresos para vender lo que sea”; “El problema de muchos es que ya no nos entran más medallas ni camisetas en casa. Venderlas me parece lógico”; “Tengo compañeros que no guardan dorsales ni camisetas ni medallas. ¿Por qué no van a poder venderlas?”.

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