Cuando llueve, a todos nos cuesta salir a entrenar. Muchas veces pensamos que tal vez nos lo encontremos el día de la carrera, pero entrenarlo… da mucha pereza porque piensas en que acabarás empapado. Y, más que nada, son esos días en los que aprovechamos para hacer entrenamiento indoor o simplemente para descansar. Pero, tal y como he mencionado, debemos ser conscientes de que puede que durante la carrera nos llueva y depende en que zona geográfica se lleve a cabo, tiene todas las papeletas de que lo haga. Por poner un ejemplo, ¿a quién de los que haya hecho la Behobia-San Sebastián no le ha llovido? Seguro que pocos. Por lo tanto, si llueve, también a entrenar en la calle. Y nosotros te damos cinco consejos para que cuando salgas con estas condiciones, tu entreno sea lo más normal posible.
La lluvia y el frío no son sinónimos. ¿No te has fijado que cuando llueve o el cielo está nublado la temperatura es más agradable y la sensación de frió no es tan elevada? Pues eso. Además, abrigarte demasiado puede suponer que si el tejido no es técnico, absorba grandes cantidades de agua y lleves una cantidad extra de peso excesiva. Es mejor llevar un chubasquero de buena calidad porque los de mala calidad no transpiran, aumentando la sensación de calor y provocándote deshidratación. Nosotros recomendamos un impermeable bueno con una camiseta fina de manga larga debajo para no pasar frio.
Aunque seas corredor de montaña y solo entrenes por montaña, jugársela a ir cuando llueve al campo… a veces no es lo más indicado porque puede pillarte una buena tormenta, que caiga mucho la temperatura, y lo más importante, que te la juegues con una lesión por culpa de un resbalón por culpa del barro o realizar algún gesto para evitar charcos.
Aunque en la mayoría de casos se utiliza la gorra para protegerse del sol, en el caso de lluvia te asegurará que las gotas de agua no te lleguen a los ojos y et molesten al correr, dificultando nuestra visión.
Hay algunas marcas, como Nike con la serie a la que denominaron Shield –como las Nike Pegasus 38 Shield - que cuentan con un tratamiento específico en el upper para evitar la entrada de agua, además de que su diseño se asemeja a las gotas y su suela es más adherente en este tipo de condiciones. Son unas zapatillas con las que correr más cómodamente cuando llueve.
Con la lluvia, al menos en mi caso, las manos es una de las primeras parte del cuerpo que se enfrían, así que protegerlas será mejor. Y aunque no haga frio, los guantes pueden ayudarte en el caso de que tengas un resbalón y no puedas evitar irte al suelo, con el objetivo de evitar las rascadas en las palmas de las manos. No son necesarios los típicos guantes, sino que con los que se venden de running que son más finitos, son más que suficientes.