Skechers GoRun Ride 2: la prueba

Skechers GoRun Ride 2: la prueba

“¿Y Skechers fabrica zapatillas para correr?” Esta es una de las reacciones más frecuentes tras explicar a mi entorno que estaba probando las nuevas Skechers GoRun Ride 2. Y entendamos por entonos a familiares y amigos (corredores y no corredores), no a los compañeros de redacción que sí están más metidos en el mundillo runner.

 Y es que, aunque en otros mercados no hace falta presentarla, ya que según nos cuenta la propia marca es la segunda de calzado en Estados Unidos, en España no se trata de uno de los fabricantes más conocidos. Fundada en 1992, su desembarco europeo llega en el año 2000 y la primera tienda en Madrid abre la luz en 2003. En 2007 inician su división de fitness y en 2011 se produce su incursión en el Running de la mano de las GoRun y en los pies de Meb Kefflezighi, un atleta fundamental en la historia de esta marca, ganador del maratón de Nueva York en 2009 y el americano más rápido en recorrer sus 42.192 metros, ello con 36 años de edad.

En Running.es estamos haciendo la prueba de cuatro modelos de su gama: Go Run 2, Go Run Speed, Go Run Ride 2 y Go Bionic Trail (puedes ver el vídeo aquí). Y a mi me ha tocado, por características físicas y runneras , las Ride 2. Soy un corredor alto (1,85 metros), pesado (82, kilos) y que suele entrenar unas tres veces por semana (me gustaría cuatro) con sesiones de 10 a 18 km y a una media de ritmo entre 4:45 y 5:10 por sesión. Normalmente hago rodajes, el fin de semana una tirada más larga y una vez cada dos semanas introduzco cambios de ritmo o series en uno de los entrenamientos. En resumen, que las Ride 2 son las que más me convienen dentro de la gama que ahora ofrecen.

Empiezo mi prueba y estoy advertido desde el principio: es un tipo de zapatilla algo diferente de lo que normalmente uso para entrenar. Dos características me llaman poderosamente la atención: 4 mm de drop (diferencia de altura entre el talón y el antepie) y un peso de sólo 210 gramos según anuncia la marca. En mi talla, un 11 USA/44,5 europeo la zapatilla pesa 255 gramos, unos 50-100 menos de lo que utilizo normalmente.

En el primer contacto con ellas se notan muy flexibles. Mucho. Las tuerces y retuerces con facilidad, pero me llama la atención mucho más cuando me las calzo. Son realmente cómodas gracias a su material interior. Se trata de una ligera espuma muy acolchada, Ortholite le llaman, prácticamente sin costuras que se combina con una plantilla anti-microbiana que ayuda a inhibir el olor y evita el deslizamiento. Una característica que la hace una buena opción para aquellos triatletas que quieran utilizarlas para correr si calcetines. Incluso te las puyedes calzar sin tener que desatar los cordones.

Los primeros pasos con ellas no los doy no corriendo, si no andando. Y, mal comparado, son tan cómodas que tengo la misma sensación que estar caminando con unas zapatillas de estar por casa (en positivo).  La horma facilita esa confortabilidad. Confieso que tengo los pies algo anchos, pero a las Ride 2 no le importa, ideal para plantilleros. Incluso agradezco que el collarín de entrada cuente con un ligero acolchamiento. Particularmente, y eso es muy discutible porque va a gustos, noto mis tobillos más protegidos a pesar de ser una zapatilla de caña más baja de lo habitual.

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El upper, la malla superior, es tupida pero tremendamente flexible y únicamente cuenta como refuerzo unos ligeros plásticos en la parte delantera y en la base media de la zapatilla hasta el talón que ayuda a que el pie no quede demasiado suelto. La lengüeta, por su parte, nada voluminosa, está cosida y así se evita que se pueda mover mientras corramos.

Empiezo a correr y rápidamente me acuerdo de las palabras de Pedro Nimo, reciente ganador de la Behovia San Sebastián con unas Skechers Go Run Speed. El atleta santiagués nos avisó: “las Skechers no sirven a cualquiera. Necesitan adaptación”.  Sin querer llevarle la contraria al gran Nimo, creo que habría que añadir que: necesitan adaptación aquellos corredores que están acostumbrados a correr con calzado tradicional (amortiguado) y que no cuentan con una depurada técnica de carrera. Es decir, por un alto porcentaje de los corredores populares. Ésta debería constar de empezar caminando con ellas, realizar ligeras rodadas con ritmos más bien lentos e ir aumentado distancia y velocidad.

La gama de zapatillas Skechers las consideramos ideal para aquellos que quieran acercarse al minimalismo mediante una transición hacia el drop 0 o incluso para llegar a correr descalzos. Además de la ligereza, su construcción obliga a correr de forma natural, pisando con la parte medio delantera del pie. Los taloneadores lo tendrán mal. Incluso caminando ya nos avisan de ello merced a su talón más redondeado y blando que las zapas tradicionales. Parte de la ‘culpable’ de esto es la tecnología Mid-foot (pisada en la zona media del pie), que ayuda a posicionar el cuerpo hacia adelante reduciendo el impacto contra el suelo y favoreciendo una pisada más rápida. Ciertamente ‘obliga’ a correr de esta forma.

En la suela, cuenta con 10 círculos que llaman Sensores Goimpulse que ofrecen control de tracción y estabilidad. Estos sensores, construidos de un material diferente y más duradero del resto de la suela, tienen su base en el centro del pie y realizan su función de una forma excelente. Entre ellos y una suela con bastante superficie, hace de las Ride2 una de las zapatillas más estables del mercado.

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La principal característica de las Ride 2 respecto a sus compañeras de gama y que las hace ideales para aquellos corredores no tan livianos y que busquen un extra de amortiguación en unas zapatillas ligeras, está en su medio suela de Resalyte. Cuenta con un 25% más de esta tecnología compuesta de poliuretano y EVA que le dota de más amortiguación, necesaria para la mayoría de corredores populares en distancias que superen los 10 km y a ritmos superiores de 4 kilómetros por minuto.

En definitiva, las Ride 2 son las zapatillas más polivalentes de Skechers. Utilizables por un target mayor de corredores que el resto de la gama. Y, aunque sí requieren de cierta técnica de carrera del corredor, no son tan exigentes como el resto, ofreciendo unas prestaciones que sirven para rodajes e incluso entrenamientos rápidos o más específicos. Ayudan a mejorar la técnica de carrera, o al menos a concienciarse de ello, mediante una adaptación progresiva de la pisada. Muy ligeras, cómodas, con una enorme estabilidad, y a un precio ganga realmente competitivo. No en vano se trata de unas zapatillas de alta calidad de fabricación por menos de 80 euros.

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