¿Dejas de correr porque te haces mayor o te haces mayor porque dejas de correr?
Esta pregunta que mucha gente se ha hecho a lo largo de la vida, se la plantearon también los investigadores de la Universidad de Pittsburg. Y se pusieron manos a la obra para conocer su respuesta.
Escogieron a 40 aficionados al triatlón de entre 40 y 81 años que practicaran deporte 4 o 5 días a la semana y los sometieron a varios tests físicos, además de realizarles una resonancia magnética de sus muslos para ver el volumen de músculo y de grasa que tenían.
Cuál fue su sorpresa al descubrir que no había diferencia entre la cantidad de músculo de un “joven” de 40 años y otro no tan joven de 70. En cambio, rescatando resonancias magnéticas de adultos sedentarios, sí comprobaron que el músculo había disminuido a más de la mitad y ese espacio lo había ocupado la grasa.
Gracias a estos investigadores, ahora ya sabemos la respuesta: te haces viejo porque dejas de correr (y quien dice correr dice cualquier otro deporte: subir las escaleras a pie, nadar, pasear, pelotear en el frontón…). Tu cuerpo te lo agradecerá.
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