A la hora de analizar la técnica de carrera existen muchos parámetros que se pueden estudiar. Uno de los más habituales es la frecuencia de paso sobre la que ya hemos hablado mucho (frecuencia idal de zancada, calcula tu frecuencia de zancada, frecuncia ideal para caminar. Otros que son también importantes pueden ser el tiempo de contacto, el tipo de contacto con el suelo… pero ¿qué es el ángulo de tándem? Algo muy sencillo de analizar que habla mucho de tu técnica.
En el momento del despegue, cuando la pierna de atrás está completamente estirada, la otra está flexionada. Cuanto más rápido estés corriendo, más elevado estará el muslo de la pierna de delante y un mayor ángulo formarán los dos muslos. Este ángulo recibe el nombre de tándem y es indicativo de velocidad y buena técnica cuanto mayor sea.
Si corremos lento es posible que este ángulo ronde los 45º e incluso esté por debajo. Este valor indica que nuestra zancada será corta y pendular. En cambio, si nos acercamos a los 90º, nuestra zancada será muy amplia y circular.
Para medir tu ángulo de tándem, utiliza la cámara de tu móvil (a ser posible en modo de cámara lenta) y que alguien te filme de perfil. Busca la imagen en la que finaliza tu impulsión y mide tu ángulo a ojo o con alguna aplicación tipo “angle meter” o goniómetro. ¿Es inferior a 60º? Entonces necesitas trabajarlo específicamente y los mejores ejercicios para ello serán los skippings.
Al terminar tus rodajes, añade varias repeticiones de 20-30m de skipping y, al menos una vez a la semana, realiza en ejercicio en cuesta. Al cabo de unas semanas, repite el test del ángulo de tándem y valora si has mejorado.