Un toledano logra el récord mundial de los 1.000 metros corriendo hacia atrás

Un toledano logra el récord mundial de los 1.000 metros corriendo hacia atrás

Se llama Christian López, es Doctor en Ciencias del Deporte por la Universidad de Castilla La Mancha y atleta diabético, además de un tipo bastante particular empeñado en conseguir récords mundiales de lo más disparatados. El último que ha logrado son los 1.000 metros corriendo hacia atrás. 2 minutos y 42 segundos. “La marca anterior estaba en 3:22. Como diabético tipo 1 desde niño quiero demostrar que podemos hacer tanto o más que las personas sin diabetes; que no debemos ponernos barreras ni obstáculos”.

Con este nuevo récord Christian ya suma 103 Guiness. Se dice pronto. Pero es que hay infinitas posibilidades por las que competir. Y no solo en disciplinas relacionadas con el atletismo. Este toledano de Cabañas de la Sagra también hace equilibrios con la barbilla, otra categoría en la que ostenta récords como el de mayor tiempo en mantener una bicicleta sobre su propia barbilla: 9 minutos y 41 segundos.

Pero, ¿de qué manera uno se adentra en este ecosistema tan friki? “Yo hacía atletismo, pruebas de mediofondo, y sufría tantas lesiones que asumí que no podía progresar por ahí… Y como no quería estancarme y vi en un reportaje de televisión la carrera de la Subida al Hotel Bali de Benidorm, empecé con el tower-running. Entrenaba de manera específica para las carreras en rascacielos y llegué a ser top-10 de Europa”.

Así, subir escaleras se convirtió en otro de los talentos peculiares de Christian López. Y por supuesto no dudó en explotarlo para conseguir algunos récords mundiales relacionados con esta disciplina: “uno de los guiness más duros de mi vida fue el de lograr subir y bajar el mayor número de escalones durante una semana seguida. Hice 200 kilómetros subiendo y bajando escalones, me pasaba 15 horas de media sin prácticamente descanso”, asegura.

Lo del retro-running llegó un poco más tarde. Inmerso en una especialidad tan peculiar como las subidas de edificios, Christian conoció a varios corredores que, con el fin de evitar lesiones, entrenaban corriendo hacia atrás, por aquello de compensar la musculatura protagonista y antagonista. “Claro, yo también lo probé y me di cuenta de que me lesionaba mucho menos que antes, y ya empecé a probar cosas”, puntualiza.

Entre las que probó, los 100 metros lisos corriendo hacia atrás, batiendo una marca que llevaba 30 años intacta. “La tenía un etíope con 13,60 y la pude bajar hasta los 13,17. Ahora estoy de lleno en la preparación de los 200 metros corriendo hacia atrás, que aunque yo mismo tengo el récord mundial con 30,99, quiero bajarlo para consolidarlo, sé que tengo margen de mejora”, comenta.

Entre los Guiness que el toledano ha logrado en diferentes categorías asociadas a pruebas de velocidad también están los 50 metros lisos con los ojos vendados. “Estaba en 6 segundos y 31 centésimas, y conseguí bajarlo a los 5.77 de manera no oficial. Ahora tengo que conseguirlo con pruebas y demostrarlo. Desde hace un tiempo el Libro Guiness para poder certificar récords acepta pruebas audiovisuales y testigos, y de esta manera no es necesario pagar la cuota de casi 10.000€ para que venga un juez en persona a certificar los logros. Es un poco latoso, te piden mucha documentación, pero a mí me merece la pena”, explica desde su experiencia.

Por dinero tampoco lo hace. Porque los record guiness no tienen contraprestación económica ninguna. Y patrocinadores no le sobran precisamente. “De vez en cuando consigo algún sponsor puntual que me ayuda con algún viaje, pero poco más”, comenta el joven de Cabañas de la Sagra. En su canal de Youtube se pueden ver algunas de sus habilidades más llamativas y sus particulares récords, como el mayor número de escalones subidos con muletas en una hora (2.144), los 400 metros más rápidos corriendo hacia atrás haciendo malabares o el mayor tiempo manteniendo en equilibrio una guitarra sobre la barbilla.

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