El NN Running Team está formado por los mejores corredores de fondo del mundo: Eliud Kipchoge, Letesenbet Gidey, Joshua Cheptegei, Yalemzerf Yehualaw, Kenenisa Bekele y otros grandes talentos del atletismo. Muchos de ellos están entre los mejores de la historia, con varios récords y medallas olímpicas en su haber. Pero su éxito no se debe solamente a su habilidad para correr, sino también a su preparación física. Afincados en los campos de entrenamiento de Kenia, Uganda y Etiopía, estos atletas siguen cada día un riguroso plan que les permite mantenerse en la cima de la élite mundial. Un nuevo documental que lleva el nombre «Inside the trainning» revela cómo se preparan estos superatletas para seguir mejorando sus marcas año a año.
«Todo el macrociclo de entrenamiento transcurre a lo largo del año», dice Patrick Sang, el mítico entrenador que prepara a figuras de la talla de Eliud Kipchoge. «Hay una fase de descanso y una etapa de desarrollo que sirve como preparación previa a la temporada. Luego tenemos el período precompetitivo, donde hay sesiones semanales estructuradas que incluyen diferentes tipos de entrenamiento». Según cuenta el entrenador keniano, la estructura de ese ciclo está formada por sesiones diarias que incluyen trabajos de velocidad, resistencia, fuerza y carreras de recuperación.
Pista
La región de Kaptagat, en Kenia, es La Meca de los corredores de fondo. Situada muy cerca del borde del Gran Valle del Rift, ofrece un entorno inmejorable para la preparación de atletas de élite, que no solo corren por sus bosques y rutas, también trabajan mucho en la pista de atletismo.
«La mejor manera de ejecutar el entrenamiento para lograr los objetivos de velocidad y resistencia es entrenar en una pista», continúa Patrick Sang, «porque lo haces en un área medida que es uniforme, donde puedes monitorear el progreso en función del tiempo conseguido».
Eliud Kipchoge conoce muy bien la importancia del trabajo en la pista. «Es una forma de medirte y medir tus músculos para ver si se acomodan al trabajo de velocidad. Cuando entrenamos en la pista hacemos 15 o 16 kilómetros durante una sesión», asegura el plusmarquista mundial en maratón.
Tempo
Uganda es otro de los países de África oriental conocido por la calidad de sus atletas. Su diversa geografía incluye extensas sabanas, regiones selváticas y zonas montañosas con picos de 5.000 metros.
«La suerte que tenemos en Uganda es que podemos bajar la montaña para hacer la sesión de tempo a una altitud de 1100 metros. Eso significa más oxígeno y también es el único lugar donde podemos correr en un terreno llano», explica Addy Ruiter, entrenador de atletas olímpicos. «Las rutas llanas y la altitud más baja permiten que los corredores y las corredoras puedan desarrollar una velocidad mucho mayor».
Una parte fundamental del entrenamiento consiste en las sesiones de tempo, que no solo sirven para trabajar el aspecto físico, sino también el aspecto mental. «La sesión de tempo es muy importante para un atleta porque es el fundamento y la causa que permite durar más en el deporte. Construye tu fuerza mental y también te da una velocidad de resistencia extra», dice Joshua Cheptegei, campeón olímpico y mundial de 5.000 m y 10.000 m, respectivamente.
«La sesión de tempo es un entrenamiento básico que consiste en mantener un ritmo constante. Significa que debes mantener la misma velocidad durante todo el trayecto, que puede ser a 2:55 o 2:50 el kilómetro», dice el atleta nacido en Uganda. «Tienes que estar enfocado mentalmente para no rendirte. Especialmente cuando haces una sesión de tempo dura. Así entrenas mucho la parte mental y cuando vas a una carrera no te rindes fácilmente».
«No lo hacemos cada semana», aclara el entrenador Addy Ruiter. «Hacemos tempo 2 veces cada 3 semanas, porque es un trabajo muy importante pero también muy duro».
Recuperación
Otro aspecto clave en el entrenamiento de los atletas de élite es la recuperación, que se consigue a través del descanso y de las carreras fáciles o «easy runs».
«Correr liviano significa entrenar al 50 o 60 % de la capacidad de un atleta. Es muy importante porque después de un entreno dura o una sesión larga el cuerpo necesita recuperarse», explica el entrenador Haile Eyasu. «El ritmo de una carrera fácil es diferente en cada atleta y en cada región. Depende si hay altura, si hay subidas o bajadas o si es un circuito llano».
«Las carreras fáciles son importantes porque permiten que mi cuerpo vuelva a la normalidad después de una competición», dice Letesenbet Gidey, plusmarquista mundial de 5.000 m, 10.000 m y medio maratón. «En Etiopía hay muchos lugares diferentes, algunos más altos y otros más bajos, por eso el ritmo en cada uno es diferente».
Consistencia
Para quienes se dedican a correr largas distancias, la clave está en la perseverancia. Eliud Kipchoge lo tiene muy claro: «para correr un maratón no necesitas ser perfecto, necesitas ser consistente», dice.
«Entrenar para una maratón no es algo de una noche. Es como ir al gimnasio, tienes que ir por más de tres meses para obtener músculos y ponerte en forma. Para correr un maratón necesitas entrenar por un período largo para que tu cuerpo asimile todo el entreno, se recupere y asimile toda la distancia. Tienes que correr de forma consistente por 4 o 6 meses para llegar a un buen estado de forma«, asegura el ganador de los maratones de Valencia, Berlín, Tokio, Chicago y Londres, entre otros.
Misma opinión tiene su entrenador Patrick Sang, quien prefiere enfocarse en el proceso antes que en el resultado. «Lo que es realmente importante para mí no es tanto el rendimiento, sino cómo te mueves del punto A al punto B. Puedes tener un atleta con algo de habilidad, pero si se esfuerza al 100%, conseguirá un potencial del 100%. Para mí eso es lo mejor y lo que me hace sentir bien cuando vuelvo a casa», concluye.